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04 octubre 2006
 
Y todo por la Zuly
Nylsa Martinez


A Ernesto C. y las estratagemas.


Nicolás llamó al mesero y pidió una coorslight, aproveché y yo también dije que otra. Para esas horas había perdido la cuenta de las cervezas, pero me sentía bien, podía seguirle la plática al Nicolás y decir: “Soy ingeniero en sistemas computacionales”. Era chistoso, pero siempre que me ponía pedo, tenía dificultades para decirlo sin equivocarme. Cabrón, la pinche Zuly me mandó madrear…, escuchaba la historia donde mi amigo tomaba el bastón del carro para defenderse y luego, todo un relato de cómo los otros batos huían, siempre eran cosas por el estilo. Wey, ya te lo dije, te van a venir chingando, se lo repetía aunque no me hiciera caso.

Eran casi las doce de la noche, yo sentía que podíamos seguir pisteando, era sábado y ninguno teníamos que ir al día siguiente a trabajar. Así que le dije al Nicolás que le cayéramos al Oxxo por más cheves y de allí a mi cantona. ¡Árre!, me dijo. Nos subimos a su Pick-up y nos fuimos acá, escuchando puro Depeche, neta que cómo nos cae. Llegamos al Oxxo y todo comenzó, la Zuly estaba allí. Nicolás en cuanto la vio se le quiso acercar, lo detuve: Wey, ¡aaal raaato!, no la armes de pedo. Como que no le cayó la curada, pero la neta, ella había mandado a los batos para que se lo chacalearan, ¿para qué buscarle?, a mí no me gustaba meterme en pedos. Entonces nos hicimos weyes en la sección de los refris. Cuando ya no la vimos, agarramos un dieciocho y pagamos.

Al salir lo primero que vimos, fue un rayón a lo largo de todo el pick-up. ¡Pinche Zuly!, ¿ves lo que hizo cabrón?, yo sólo vi en Nicolás ese rostro que no me gustaba. ¡Vamos a su casa!, ¡esta pinche vieja me va a escuchar!, se subió todo encabronado al pick-up. Wey, ni sabes si va estar en su casa, trataba de que agarrara la onda. ¡Me vale madres!, ¿qué?¿le sacas?

Yo abrí una cerveza y me la fui tomando para calmarme, si algo no me caía del Nicolás era que siempre buscaba los madrazos, pero pues era compa, y la neta nunca me dejaba abajo, así que tampoco yo lo iba a hacer. Entonces acá, venía pensando en qué haríamos, o qué haría este wey en cuanto llegáramos a casa de la Zuly. Tenía la esperanza de que la seguridad del fraccionamiento nos impidiera entrar y asunto arreglado. Así fue, ni madres nos dejaron pasar, había que identificarnos y avisar a la familia que visitábamos. Culeros los batos, Wey pero si ya sabías que aquí así es, Sí, pero antes acá, me dejaban pasar nomás haciéndoles un saludo, Sí wey, pero eso era antes.

Entonces se calmó. De nuevo íbamos para mi casa cuando volvemos a ver a la Zuly. Iba sola en su carro naranja. Nicolás inmediatamente se lanzó a perseguirla. La morra se dio cuenta y le aceleró perdiéndose entre las calles. Pero el Nicolás se puso como loco, yo sólo estuchaba: Black celebration, black celebration tonight, rogando porque no la alcanzara. Todos sabíamos del poder de su familia, eran dueños de media ciudad. Yo le había dicho desde un principio que no le buscara con esa morra, que la neta si estaba buenona pero que si luego tenían pedos, se lo iba a cargar la chingada. No me hizo caso. Estaba aferrado. Se hicieron novios, duraron un rato hasta que el wey la cortó.

Sólo escuchaba los rechinidos de llantas y sentía los brincos que daba el pick-up. Entonces sucedió, alcanzó el carro de Zuly y le cerró el paso de manera que no le quedó otra que detenerse. Nicolás bajó hecho una fiera, no tardó en estar frente al carro de la morra, abrir la puerta y obligarla a bajar. Yo también me bajé del Pick-up, no podía quedarme viendo cómo nos metíamos en problemas. Wey ¡bájale! le grité mientras me acercaba. ¡Ni madres! Zuly tenía una expresión de terror, ni siquiera intentaba defenderse. Mira morra, ya me tienes hasta el culo, o me dejas de chingar o me vale de quien seas hija. Zuly había comenzado llorar, Tú tienes la culpa, tú fuiste el que se pasó de lanza conmigo, Morra se acabó, neta, déjame en paz. Ya la había soltado, más que furioso se veía cansado. No duró mucho la conversación, la dejó que se fuera.

Nos subimos al pick-up y no dijo nada. Pásame una cheve. Nos quedamos un rato pisteando en la calle, escuchábamos: “Here is the house”, yo me sentí aliviado de que Nicolás no hubiera hecho más desmadre. No era la primera vez que eso nos pasaba, hacía tres años se había agarrado a madrazos con el hijo del gobernador, todo por una estupidez. En aquella ocasión unos tipos nos habían amenazado en la puerta de su casa. Nicolás por su parte les había dicho que si ellos le ponían una mano encima, se les iba a armar. Su papá gozaba de fuero, era cónsul de República Dominicana en México. Eso no muchos lo sabían, incluso era como un dato curioso, pero por alguna extraña razón gozaba de este título. Realmente nos valía madres. Hasta ese momento, ignorábamos que en nuestra ciudad hubiera cónsules de otros países, o de algo que no tuviera que ver con Estados Unidos. Lo único que importaba es que en su casa estábamos a salvo, hacernos algo era desatar un conflicto internacional.

De nuevo íbamos rumbo a mi casa, las cervezas todavía estaban frías, era pleno diciembre. Mi celular sonó, era una amiga en común, nos invitaba a una peda. No dudamos. Ya traíamos las cheves, no necesitábamos más. Wey, ¿te acuerdas dónde queda la bodega de la Kikis?, Pues según yo está sobre la Alemán, pero no sé a qué altura. Lo único que recordábamos de aquel lugar es que estaba a toda madre. Para eso eran como las dos de la mañana, nos sentíamos bien relax, después del incidente con la Zuly, las cheves nos habían caído muy bien, todo estaba como al principio, cool.

Oye, ¿y crees que esté la Rachel?, esa morra estaba muy bien, siempre me había gustado. A huevo, ella y la Kikis siempre andan juntas. Empezamos nuestra búsqueda del lugar, recordábamos que no tenía una fachada especial, la referencia era que como a dos locales, se encontraba una bodega que decía “Estilo Mexicano, S.A. de C.V.”. Siempre nos había intrigado qué hacían allí, nunca estaba abierto. Aunque realmente nos valía madres, probablemente era una bodega de sombreros, guayaberas o mamadas como ésas. La Alemán era nuestra calle preferida en las noches: poco tráfico, alta velocidad, sin semáforos. A veces nos tocaba ver uno que otro wey brincándose el cerco para cruzar a Estados Unidos, nos daba cura. Más tardaban en brincar que la migra en cogérselos. ¡Pobres pendejos! , era lo que siempre terminaba diciendo el Nicolás.

Wey en la siguiente, ya vi la pinche bodega. Nos estacionamos. La música se oía por toda la calle, ¡Chilo que le caímos!, ¡a huevo que debe estar la Rachel! Yo ya ni me acordaba del pedo con la Zuly, me sentía a toda madre. Bajamos del pick-up y fuimos siguiendo la música. Como lo suponíamos, la bodega estaba a dos locales de la llamada Estilo Mexicano. No necesitamos tocar como otras veces, las puertas de acceso estaban completamente abiertas. Había gente pisteando en la baqueta, luego luego nos saludaron. Puro conocido. La Mónica Cobiera como siempre pedísima, estaba junto con otras morras bailando arriba de unas cajas de madera. Allí estaba la Rachel, se veía también hasta la madre. Wey, ¿ya viste a tu Rachel? , Simón ahí está. Pendejo, no bajaste las cheves, Wey, tú tampoco te acordaste, Yo voy, me ofrecí a ir por ellas. Voy contigo, me quiso acompañar. ¿Qué pedo?, van a creer que somos maricas, yo puedo ir solo, de repente se me hizo bien raro. Wey, ¡te acompaño!, entonces supe que había otra razón.

¿Qué pedo?, ¿Es que sabes qué?, me pareció ver estacionado el carro de la Zuly cuando llegamos, Ya wey, si está en el party pues ni modo, No, pero no la vi, quiero checar si es su carro. Otra cosa que me desesperaba del Nicolás era su paranoia, siempre se aprendía las placas, direcciones, rutinas de sus morras. Entonces regresamos al Pick-up. Nicolás me dio las llaves para que yo sacara las cheves, él siguió caminando de largo. Como a cuatro carros de donde nos habíamos estacionado estaba el dichoso carro de la Zuly, justo frente al almacén de Estilo Mexicano. Dejé las cheves en la banqueta y me acerqué también, Nicolás habló en voz baja: Wey, ¿ya viste?, esta abierta la puerta del almacén, ¿Y eso qué?, ya me lo imaginaba, seguramente iba a querer que investigáramos si la Zuly estaba metida allí. Wey, ¿y si ese negocio es del jefe de la Zuly?, Pues chilo, hay que regresarnos, quiero caerle a la Rachel, neta, yo ya quería ir a ver si se me hacía con la morra. ¿Y si allí anda la Zuly? igual y se vino a coger con otro cabrón, ¿Te importa con quien coge?, neta hay que regresarnos, no me hizo caso. ¡Vente!, sólo vi cómo Nicolás se acercaba a la puerta que desde lejos se veía entreabierta. No tuve opción, lo seguí.

Unos cuantos pasos y ya estábamos a un lado de la entrada, no se escuchaba ruido excepto por la música que imaginamos provenía de un radio. Nicolás que siempre se arriesgaba se asomó, incluso empujó un poco más la puerta. El rechinido de la lámina me asustó, yo estaba seguro que nos iban a cachar. No pasó nada, Wey, no se ve gente, me volvió a decir en voz baja. Yo sólo quería que nos regresáramos al party. ¡Voy a entrar!, No wey no mames, Nomás deja que vea, quiero saber qué hacen aquí, No wey, ni al caso, vámonos. Nicolás se metió y yo me quedé afuera viendo hacia todos lados, luego me asomé al interior: la bodega era un espacio grande y estaba casi vacía, por lo que se veía todavía más grande. Nicolás caminaba entre dos pick-up nuevos estacionados allí, tenían placas de California. Me llamó la atención que al lado de los pick-up, había una de esas máquinas que usan en la construcción, retros, creo que así se llaman. Era una pequeña, del tamaño de un montacargas quizá. También se veía algo de herramienta regada, nada de sombreros o guayaberas como siempre habíamos imaginado.

Los segundos transcurrían y yo me moría de miedo, ya esperaba un montón de cabrones dándonos de putazos. Quizá llamarían a la policía, pero eso en el mejor de los casos. Wey…, escuché la voz del Nicolás llamándome desde el interior, No mames, cáele cabrón…, el eco se escuchaba por toda la bodega. No me quedaba otra que confiar en mi amigo, entré. Una vez que uno atravesaba la bodega, se llegaba a otra puerta metálica que daba a una improvisada oficina. Hasta allí me hizo entrar. Sobre un escritorio estaba la bolsa de la Zuly, Nicolás ya se había encargado de abrirla y encontrar sus identificaciones. ¿Y? ¿qué con eso?, wey ya vámonos, ya nos dimos cuenta que esto del papá de la Zuly, yo sentía que alguien de un momento a otro nos iba a sorprender. Entonces Nicolás, abrió otra puerta dentro de la misma habitación y me enseño un baño. Estaba hasta la madre de lleno de mota. Wey ¿estás pendejo o qué?, ¡hay que salirnos a la chingada de aquí!, era la primera vez que realmente me emputaba cómo el Nicolás, se tomara tan a la ligera las cosas. Y eso no es todo, cuando dijo esto, escuché su risilla, era esa que soltaba cuando me iba a quemar la cura. Nel, me vale madre, me salí de la oficina y en putiza atravesé la bodega.

De nuevo me encontraba en la calle, sólo que ahora sentí que me cagaba del miedo, ¡Pinche Nicolás! , era una especie de encabronamiento, ganas de no sé, partirle la madre. Me regresé, las cheves estaban todavía sobre la banqueta. Las agarré, y me subí al Pick-up. Abrí una, estaba temblando. ¡Pinche Nicolás!, ya ni me acordaba de la Rachel, lo único que quería era largarme a mi casa. Entonces alguien tocó en la ventana del copiloto, me escamé. Era Nicolás, el muy cabrón seguía sonriendo. Cabrón, ¡no mames!, yo ya no quería saber nada de él. Le abrí. Se subió del lado del copiloto y agarró una cerveza, no se le había quitado esa expresión que detestaba. ¡Wacha!, abrió la pantalla de su celular y comenzó a mostrarme fotos, el muy cabrón todavía se había puesto a retratar todo el pedo.

***

Llevo semanas que no veo al Nicolás, hemos quedado en ir por unas cheves, pero siempre algo se nos atraviesa, ya sea él o yo, el pedo es que no se nos ha hecho. Justo ayer quería localizarlo y es curioso, porque hoy salió en las noticias que las autoridades encontraron sobre la Alemán un narcotúnel.

Cuando llegué al trabajo la gente se traía ese cotorreo, pero no estaban sorprendidos, en cierta manera ya todo mundo esta acostumbrado. A mí me hubiera valido madres como siempre, pero no pude evitar que en esta ocasión me sintiera interesado, así que antes de que se hiciera más tarde compré el periódico, esto decía: “Esta mañana fue localizado un nuevo narcotúnel en la zona residencial fronteriza que divide las dos ciudades. El gobierno del estado y la delegación de la PGR confirmaron que a diferencia de otros narcotúneles encontrados a lo largo de la frontera, la construcción de éste inició del lado estadounidense y desemboca en México al interior de una bodega localizada sobre la avenida internacional Miguel alemán. Del lado norteamericano por cierto, se decomisaron 900 kilos de marihuana…”

Luego describían los detalles del túnel y hasta venían fotografías. Me quedé acá, todo emputado.

***

Aquella noche, cuando el Nicolás me mostró las fotos me frikié. Primero vi las del baño y toda la marihuana, luego un pequeño patio y en él una excavación. ¿Qué pedo con esto wey?, no hallaba lo extraordinario del asunto. Neta que estás bien pendejo, ¿no ves?, ¡es un túnel!, Nicolás parecía un niño con juguete nuevo, brincaba de gusto. En eso, que se nos aparece la Zuly golpeando la ventana del conductor. Nicolás guardó rápido el celular y yo bajé el vidrio para escuchar lo que nos quería decir.

Nico ¿qué chingados me andas siguiendo?, ¿Qué pedo morra?, ¡ni te había visto!, No te hagas pendejo, te vi saliendo de la bodega, ¿Y qué?, ¿te da miedo que diga lo que vi?, ¿Sabes qué? vales madre, a mí no me asustas, ¡Mira morra!, muy fácil, deja tú de chingarme y yo no digo nada, la Zuly se quedó muy seria, por unos segundos no dijo nada. Ni saben en dónde se meten, neta que no lo saben. Se fue.

Ella tenía razón, no sabíamos qué pedo. Entonces no nos quedaron ganas de regresarnos al party, le caímos directo a la casa del Nicolás, no a la mía como era el plan original. Llegamos. En cuando cruzamos el cerco, me sentí aliviado; nos fuimos directo a la parte de atrás. Siempre las grandes ideas, venganzas, todos nuestros planes los hacíamos sentados en una de las mesas del jardín, acá, tomando cheve junto a la alberca.

¿Entonces qué hacemos wey?, No pues nada, oye cabrón ¿cómo no sabías que la Zuly andaba en eso? Neta que no, está bien raro, Pero ¿qué? ¿será de su jefe esa onda? No pues no sé, ¿sabes qué estaría cura?, ¿Qué?, No pues acá, imprimir las fotillos y mandarlas al periódico o al gobernador, Simón wey y seguramente no van a saber que fuimos nosotros, No pues no sé, quizá no, Simón wey, sobre todo porque la Zuly nos vio, ¿Tons qué?, Nada, borra esas chingaderas y ya.

Seguimos pisteando toda la noche, yo apenas recuerdo cómo agarré mi carro que estaba estacionado afuera. Al día siguiente desperté en mi cuarto bien ondeado. Sonó el teléfono, no contesté, luego mi hermana entró y me aventó el inalámbrico, ¡Contesta! Era el Nicolás, Wey…, ¿qué pedo?, Le voy a caer a tu casa para ver qué hacemos, Simón cáele. Colgué el teléfono, la neta no sabía qué iba a pasar, pero sentía que esta vez el Nicolás se había pasado de lanza.

Estuve esperándolo como dos horas, el wey no llegaba. No me extrañó, quizá se había vuelto a jetear, así que yo también después de comer me tiré de nuevo en la cama. Eso había sido como a las dos de la tarde, para cuando desperté ya eran las cinco. Bajé a la sala, le pregunté acá a la que limpia, si alguien me había buscado, Nadie, me dijo. Entonces me empecé a preocupar. Le marqué al celular, me decía que estaba fuera del área de servicio. Llamé a su casa, contestó su hermana, como siempre no sabía nada, sólo dijo que había salido. Para ese momento ya estaba preocupado, pero quise mantener la calma. Me puse a ver la tele.

Para las diez de la noche, ya no hallaba qué hacer. Pensaba en contarle a su papá. Presentía que algo malo le había pasado y sino decía nada, podían seguir pasando las horas sin que apareciera y a nadie se le iba a hacer raro. No me aguanté. A las doce de la noche llamé a su casa, yo tenía pánico salir a la calle, así que tuve que contarle todo por teléfono a su papá. Se hizo un desmadre, a pesar de que ya no era cónsul, tenía mil conexiones en gobierno, luego luego se hizo una movilización para localizar al Nicolás.

Yo por mi parte, no quería que le pasara algo a mi familia, me sentía culpable, cagado del miedo. Primero se lo dije a mi mamá y ella luego a mi papá. Se armó en grande, quizá como pocas veces, estábamos todos en la sala escuchando sus gritos. Él también por su parte le llamó a sus conocidos en la Judicial y la casa inmediatamente fue vigilada. Me sentía como en una movie acá, de esas de los Almada.

Las horas pasaron, ninguno podía salir, neta que me estaba sintiendo de la chingada. Así pasamos toda la noche hasta la mañana. Como a las once llamaron, era el papá de Nicolás. Lo habían encontrado. La gente del narco lo había interceptado cuando iba a mi casa, lo treparon en un pick-up y luego lo habían llevado rumbo al aeropuerto. Después de escuchar todo lo que su papá me decía con calma, le hice la pregunta: ¿está vivo? Sí, ahorita está en hospital y sigue inconciente, pero está vivo. Luego me dijo algunas indicaciones y quedamos en mantener la comunicación, por el momento teníamos que seguir resguardados en la casa mientras todo se ponía en paz.

No pude ver al Nicolás hasta que habían pasado cuatro días, para eso ya estaba en su casa. Me acuerdo que llegué y a penas pude soportar la mirada de su papá, era la misma del mío en casa. Subí las escaleras, llegué a su cuarto. Entré. El pobre estaba todo madreado, tenía el rostro morado, los brazos llenos de raspones, las dos piernas enyesadas, bien jodido. ¿Qué onda pinche Nicolás?, ¿Qué pedo cabrón?, Ves, te lo dije que te iban a venir chingando, Simón…ya sé y todo por la Zuly. Allí me quedé toda la tarde. Después estuve yendo casi todos los días. El Nicolás tuvo que permanecer en cama como dos meses.

Pasaron varios meses y ya no hubo más broncas. Nos dijeron que sólo nos habían querido dar un aviso. De cualquier manera nuestras familias mantuvieron la vigilancia durante algún tiempo. De la Zuly ni sus luces, luego nos enteramos que se había ido a Italia; a su familia no le tocaron ni un pelo. Como siempre, parecía que no había pasado nada. Fuera de nuestras familias que estuvieron comunicándose, con nadie se comentó lo sucedido. Los amigos sólo supieron que el Nicolás había tenido un accidente, que por eso estaba todo madreado.

Hoy con lo del periódico me he quedado pues acá, pensando un chingo de cosas. Al rato quizá vea al Nicolás, apuesto que el cabrón ha de estar todo emputado, las fotos que se publican son las que él tomó con su celular. Ni hablar, quizá ni nos hubieran creído que nosotros descubrimos ese pedo.

Desde ese día se nos bajó el desmadre, todo levesón, puro pistear y nada de madrazos, a veces le hago carrilla, le digo: ¿Ya ves?, te decía que te iban a chingar pero no me hacías caso, él sólo se la cura. Hasta ahora nadie nos ha vuelto a molestar. Yo estoy tranquilo. Si acaso, lo único que me preocupa es que a pesar de todo, el Nicolás está esperando el momento en que regrese la Zuly. Yo le he dicho, ¿Estás pendejo o qué?¿a ver…,qué vas a hacer? Luego se queda pensando acá, y hace su risilla. Pero así es, neta que hay gente que ni a punta de chingadazos.

 
Comments:
Antes que nada me gustó mucho la historia, es difícil que una historia te mantenga atento en la madrugada y peor si estas leyendo de un monitor. Me identifiqué mucho con el narrador, me pareció una situación muy real, el esta apoyando a un compa y no estar convencido de lo que estas haciendo pero estas "haciendo el paro".

En cuanto al lenguaje, no lo noté paricularmente majadero, me hiso un poco de ruido al principio que no sabia que eran de la frontera y no identificaba algunos modismos. Dos detalles no me cuadran del todo, el primero es muy simple (y realmente no le veo el problema, es nomas observación) y es el hecho de que que nunca nos vuelve a afectar la carrera que estudió el narrador una vez que se fué muy claro en que era ingeniero en sistemas.
La otra cosa es que teniendo papá consul, teniendo una novia aparentemente de familia rica, pues el narrador debió tener cierta posición, y siendo así no me lo imagino en fin de semana tomando cerveza, sino mas bien en fiestas más fresonas o incluso antreando. Ahora... desconozco la situación en la frontera, por lo que esto último puede ser muy diferente allá.

Saludos! y realmente me gustó mucho, tenía mucho tiempo sin tallerear algún texto y si todos fueran asi de amenos nunca hubiera dejado de hacerlo :)
 
Estoy de acuerdo con algunas cosas que menciona salvador g. (supongo que eres Juan Salvador, no?). Se podrían hacer algunos ajustes con el perfil de los personajes, porque es un poco incongruente tal vez que se manejan en un rollo exclusivamente de bajos fondos si pertenecen a la “alta sociedad” política y/o económica. Por supuesto que ambos modos de vida pueden mezclarse, confundirse, etc etc, pero entonces harían falta algunos apuntes para que el lector sepa que, aunque se codean con malandrines, también se desenvuelven en otros ámbitos.
Algo que sí le urge al cuento es revisar el uso de los tiempos, no tienes por qué utilizar un pasado lejano y un pasado cercano, no hay necesidad. Está muy bien que el narrador “hable” desde el presente, obviamente desde el punto en que ya pasó todo y el amigo nomás está esperando que regrese la morra que lo mandó madrear. La historia tiene ya algunas vueltas de tuerca que aseguran la atención del lector, así que no se debería entorpecer con cambios de tiempo:
“Cabrón, la pinche Zuly me mandó madrear…, escuchaba la historia donde mi amigo tomaba el bastón del carro para defenderse y luego, todo un relato de cómo los otros batos huían, siempre eran cosas por el estilo. Wey, ya te lo dije, te van a venir chingando, se lo repetía aunque no me hiciera caso”
Esto, en un pasado simple, podría quedar así “Cabrón, la pinche Zuly me mandó madrear…, empezó Nicolás, y escuché la historia donde mi amigo tomó el bastón del carro para defenderse y luego, todo un relato de cómo los otros batos huyeron, siempre eran cosas por el estilo. Wey, ya te lo dije, te van a venir chingando, se lo repetí aunque no me hizo caso”.
Muy acertada la observación de salvador: qué importancia tiene que se diga que el narrador es I.S.M.? Qué le agrega a la historia? Que se vea que no es un patán vago e ignorante? Eso podría ser un contrapunto a su “amistad” con los otros malandrines, pero se debería desarrollar con algunos apuntes más.
De cualquier manera, también quiero decir que el cuento está interesante y que mantiene la tensión. Una muy buena muestra de que la chicalita Nylsa sigue en perfectas condiciones narratólogas, jajajaja.
P.D. Sobre las observaciones de "sombrerin"... ya ni hablar...
 
Sobre la primera parte, creo que debes quitar la broma del ingeniero. Ja ja, yo se que viene de una anecdota en que pedo no podia decir mi carrera, gracias por la referencia, pero al parecer nadie entendio que era un chiste, igual solo estorba al inicio porque pareciera ser una forma de indicar algo del personaje, cuando en realidad solo nos indica su estado etilico, ja ja.

A mi me gusto el cuento, creo que como ya dijeron, mantiene tu atención, logras hacer reales a los personajes, sobretodo desdoblarte considerando que son dos hombres, además de que tocas un tema intimo para hablar de un tema global de la frontera. Ciertamente, en tus cuentos "de frontera" sueles ser mas sutil, siempre nos hablas de una frontera que no es aquella de la que hablan los demas escritores, pero creo que vale la pena el riesgo. Me gusto mucho.

Sobre otras cosas que han comentado, creo que si debes dar mas pistas sobre los personajes. A mi no me hizo tanto ruido la situación, pues muchas veces me has platicado que en mexicalli, a diferencia de gdl, los colegios no se dividen en clases sociales, y que igual conviven clases medias que altas que muy altas, pues la opción para las altas es estudiar en USA y muchos prefieren la educacion en méxico.

Además, yo si vi perfectamente a un par de ingenieros que solo gustan de chelear, ir a micheladas, etc, aunque uno tenga lana. Pero si creo que debes dar apuntes pues un "ingeniero" no suele andar con una chica rica, ja ja, no se, tal vez si, pero si creo que la morra seria de antros y precisamente esa disparidad (no de clases si no de intereses, ojo) es la que sustenta el drama en la relacion. En fin, talvez si debes dar mas pistas sobre eso.

Las faltas de ortografia yo no las encontre, pero bueno, ja ja. Yo creo que haces muy buen manejo del lenguaje, pues si se ve que son de frontera. Yo si me puedo imaginar perfectamente el contexto. Solo para aclarar a otros comentarios: No es que se defienda un lenguaje lleno de groserias o no. Al escribir se vale de todo, hasta escribir mal, (palabras del coordinador Luis Martin) siempre y cuando esto sea a proposito, con la finalidad de causar un efecto. Creo que en este caso el lenguaje hace humanos a los personajes.

Sobre los tiempos, yo creo que el salto de tiempos que das en la "segunda parte" del cuento no es necesario, es mas, yo quitaria esa segunda parte. La que esta entre dos lineas de asteriscos. Ya leyendo la ultima parte, el que el narrador diga que llegó al trabajo y vio el periodico, aunque en realidad es el final, creo que no le da ni le quita nada. La situacion de los narcotuneles es muy conocida como para que hagas incapie en la nota. Ademas me parece que primera y tercera parte en realidad quedarian como un todo fluido si le quitas ese "parentesis gigante".

Muy bien por tu texto. Saludos.
 
Nylsa, manejas un discurso muy fluido, natural. Se puede distinguir quién es el que habla y en qué momento. Nada más te señalo algunos detalles, que son precisamente eso, detalles: cuidado con la puntuación, demasiadas comas y en realidad, el texto necesita sus respiros de vez en cuando. También faltan algunos acentos. Cuidado con las rimas involuntarias y con las palabras repetidas, que en realidad sólo sucede una vez (meses y meses, chécalo)
Otra cosa, la división de la mitad del texto, estropea la lectura y en realidad, si no existiera no haría falta, porque además allí dices que el personaje tiene tiempo sin ver a Nicolás y luego resulta que se veían seguido (casi al final de cuento, última página) y hasta el narrador le seguía echando carrilla.
Me parece afortunado que engañes hasta cierto punto al lector. Lo quieras conducir por un lado y al final llegue a otro punto. Sin embargo, es muy previsible lo de la bodega y más porque tú adelantas que no saben los personajes qué es lo que se hace allí. Como es algo común en México, eso de las bodegas y su relación con el narco, pues ya el hecho de mencionarla antes de que tenga su lado protagónico, previene al lector. Eso le resta tensión al cuento. También cuidar cuántas veces aparece la Zuly y si cuando sólo se menciona, (o sea, cuando no sale el personaje), es de veras necesario que la menciones. Tanta repetición hace cansada la lectura.
El manejo del tiempo. Cuando el personaje se mete a la bodega (que además es inverosímil que una bodega de su género la dejen abierta y al alcance de todo mirón), no parece que dure mucho tiempo y sin embargo, alcanza a tomar fotografías de muchos cuartos y hasta llega a ver el patio. Esto me parece muy irreal. También la tranquilidad de la chava, sabiendo que el tipo ya se enteró de todo el negocio... no sé, me parece ingenuo que no tenga una consecuencia todavía mayor.
Ah! cuidado con el “Como siempre aquí no pasa nada”, porque esa frase es todo un cliché de las películas mexicanas que hablan sobre la corrupción en México y la verdad, es hasta cansado volver a oírlo.
Bueno, después de todo esto, que seguramente va a ser repetitivo (todavía no leo lo que han escrito los demás), el cuento goza de gran agilidad y cierra muy bien la anécdota.
 
A manera de posdata... decir literatura no es sinónimo de escribir bien, o bonito, o adecuado, o de manera conservadora. Eso es del siglo XIX. Joven Sombreín, por favor, acérquese más a los textos contemporáneos, aún a los de la primera mitad del siglo XX (Lea a Leduc)
 
Sombrerin, personalmente entiendo un poco lo que mencionas sobre el lenguaje. A mi no me facina ese lenguaje, pero ojo, si estas haciendo una historia urbana, contemporanea el lenguaje tiene que ser real. No estoy de acuerdo con el abuso de ese lenguaje, pero definitivamente este cuento no es el caso, el lenguaje me parece muy adecuado. Sería mucho mas fuera de lugar leer "Ohhhh amigo, su bebida está derramandose sobre vuestros mocasines" en ves de "Wy te estás embarrando los zapatos". Esa es mi opinion, creo que mas bien deberiamos preocuparnos porque la sociedad se exprese así (si es que realmente hay motivo para preocuparse)... se pueden hacer cosas muy cuestionables con palabras bonitas...
 
Debo decir que en primer lugar, hasta gusto me da que se haya dado una cierta polemica. Por lo menos indica que la gente esta al pendiente, leyendo y bueno, si hay discusión hay vida.

Yo creo que el mundo se rompe la madre en generos. Definitivamente, todos tenemos distintos gustos, en lo personal, lo literario y lo cinematografico. Yo conozco a la gran mayoria de las personas que postean aqui y puedo decir que definitivamente no nos pondriamos de acuerdo.

La razón Sombrerin por la que se te fueron encima es porque cuando uno tallerea debe tratar de ser objetivo. Definitivamente puede no gustarte un tema, un lenguaje, un estilo. Sin embargo, el decir no me gusta y punto es una manera facil de no llevar la tarea de criticar.

A veces lo que uno debe hacer, aunque estoy mas que conciente de que cuesta, es tallerear a pesar de nuestros gustos. Siempre ver todos los elementos en base a como funcionan dentro del cuento, eso es lo que nos dice que tan validos son o no. Como dijo ferenzy, en este cuento en particular otro lenguaje talves hubiera vuelto a los personajes acartonados, o menos dinamica la historia.

Dejando de lado todo, se agradecen tus demas comentarios. Desconozco tu experiencia previa en talleres, pero se que todos empezamos por algo. Ya el hecho de que al ser atacado no te pusieras a despotricar contra todos es buena señal, en mi opinión.

Animos a todos con las tallereadas, ya mero se termina el plazo para tallerear el cuento de nylsa. Yo posteare el mio el miercoles o jueves.
 
Debo decir que en primer lugar, hasta gusto me da que se haya dado una cierta polemica. Por lo menos indica que la gente esta al pendiente, leyendo y bueno, si hay discusión hay vida.

Yo creo que el mundo se rompe la madre en generos. Definitivamente, todos tenemos distintos gustos, en lo personal, lo literario y lo cinematografico. Yo conozco a la gran mayoria de las personas que postean aqui y puedo decir que definitivamente no nos pondriamos de acuerdo.

La razón Sombrerin por la que se te fueron encima es porque cuando uno tallerea debe tratar de ser objetivo. Definitivamente puede no gustarte un tema, un lenguaje, un estilo. Sin embargo, el decir no me gusta y punto es una manera facil de no llevar la tarea de criticar.

A veces lo que uno debe hacer, aunque estoy mas que conciente de que cuesta, es tallerear a pesar de nuestros gustos. Siempre ver todos los elementos en base a como funcionan dentro del cuento, eso es lo que nos dice que tan validos son o no. Como dijo ferenzy, en este cuento en particular otro lenguaje talves hubiera vuelto a los personajes acartonados, o menos dinamica la historia.

Dejando de lado todo, se agradecen tus demas comentarios. Desconozco tu experiencia previa en talleres, pero se que todos empezamos por algo. Ya el hecho de que al ser atacado no te pusieras a despotricar contra todos es buena señal, en mi opinión.

Animos a todos con las tallereadas, ya mero se termina el plazo para tallerear el cuento de nylsa. Yo posteare el mio el miercoles o jueves.
 
Bueno, creo que sere la ultima pero tratare de ser rapida.
la historia me parecio interesante aunque el primer parrafo me dispara un poco en relacion a lo demas; o mas bien el asunto del ing. pues esto te da la sensacion de que tienen una cierta edad que ya no va mucho con las parrandas y las madriza, y como que estos cuates me gustan para chavos de 18 ó 20 cuando mucho; fuera de eso los personajes bien enmarcados y sip, ese lenguaje me remonto a la frontera. Me enrede un poquito cuando hablas del pasado y luego me mandas al presente o a un pasado mas cercano y luego de nuevo mas atras pero bueno quiza ya es muy noche y mi cabecita ya pide descanso... por lo demas y de manera global mi querida nylsa una historia mas madura que las que te habia leido bien por eso
 
Querido taller, Muchas gracias por todas sus tallereadas.

Bueno, Creo que sí voy a checar eso de los tiempos, yo no lo había visto, pero tienen razón. Respecto a lo de esas mezclas sociales, o si debiera plantearles otros hábidos a estos muchachos fresones, hummmm, creo que era algo de lo que quería plantear, cómo acá y específicamente en esta parte de la frontera, se vienen a desdibujar las clases sociales, no digo que no existan, pero no están taaaan marcadas, como por ejemplo, en el resto del país. Por lo que a pesar de tener la lana del mundo, la gran mayoría, por ejemplo, pistea cheve y es inmensamente feliz.

Respecto a la polémica de las palabrotas, pues ya saben todos que esto es un foro para opinión y nadie se aguita porque lo que se critica es el texto. Este texto, fue específicamente un reto para mí, porque como bien dijo el cástulo, traté de desdoblarme en dos personajes masculinos y ser lo más fiel en lo que respecta al lenguaje, hablar como hablan un par de chavos de esa edad y condición, aquí. ASí que en eso justifico este idioma.

Me alegra, que la historia se sostenga y no los haya matado de aburrimiento.

Yoli, tienes muuuucha razón, eso eran, chicos de 18-20, 22, lo del ing. en sistemas, fue un chiste tonto que ni al caso y no va allí..., todo lo relativo a eso, lo checaré.

Y bueno, por ahí va la línea de lo que ahorita estoy escribiendo, muy enfocado al terruño.

Gracias por leer las mil hojas, tuvieron paciencia.
besos

PD: Sombrerín, bienvenido a nuestro taller, ya ves, somos muy gritones pero, aunque no parezca, todo es en buena onda. El objetivo sigue siendo generar buenos textos, así que, espero que después de la polémica sigas convencido de seguir partipando. Nunca nada es personal.
 
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Reglas
Taller, este es el blog que propongo como herramienta para tallerear nuestros textos. El sistema sera asi: 1 - Cuando manden su texto, tienen la opción tanto de mandarselo a todos como solo mandarmelo a mi. Lo dejo a su criterio o a lo que opinen los demás. Yo tomaré el texto y lo "posteare" en este blog lo más í­ntegro posible (a veces los saltos de parrafo no funcionan igual por ser código html de Internet). 2 - Todos deberán hacer sus comentarios al cuento, esto se hace presionando en la liga "Tallereadas". Lo ideal es que todos tengan un usuario de blogguer para poder comentar. Por el momento lo dejaremos abierto, cualquier persona ajena al taller que quiera comentar un cuento aqui es bienvenido. 3 - Vale la pena recordar algunas reglas para tallerear: a) Las criticas deben ser constructivas, duras, sin piedad, pero respetuosas. Recuerden que revisamos el texto, no a la persona ni el contexto, siempre el texto debe defenderse por si solo, y solo a él van dirigidas las críticas. b) Se vale tanto dar comentarios generales, como indicar faltas ortograficas, gramaticales, etc. El como hacerlo a través de los comentarios queda a criterio de cada quien. c) Toda critica debe ir firmada con un nombre, o provenir de un usuario de blogger. Cualquier critica anonima, sobretodo si esta es irrespetuosa o fuera de lugar, sera borrada por el administrador. d) El escritor del cuento no puede defenderse sino hasta el final, o ya que hayan pasado por lo menos siete dí­as desde que el cuento fue "posteado". 4 - Se llevará un calendario de entregas de texto, asi como una tabla de quienes han o no han tallereado. 5 - A partir de "posteado" el cuento, se tendrá un mes para mandar por correo el cuento corregido. Esta corrección sera publicada en el blog en un post diferente, indicando claramente que ya es una segunda versión.

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